martes, 21 de julio de 2009

Teoría 27: La Generación del 98

La llamada generación del 98 es el nombre dado por Azorín, en 1913, a un grupo de escritores que asumieron la decadencia ante el desastre colonial y se comprometieron más con la realidad pretendiendo buscar soluciones para transformar España. Azorín, Baroja, Unamuno, Maeztu, Machado y Valle-Inclán son sus componentes. Sus rasgos más característicos son:*Visión crítica de España.*Lenguaje natural al servicio del pensamiento.*Renovación de todos los géneros literarios. La crisis social del cambio de siglo y la angustia vital heredada del romanticismo les llevó a experimentar nuevas formas en los terrenos artísticos y literario, cambiando el método de la observación fiel de la realidad por una visión subjetiva y a veces grotesca de lo absurdo de la vida.Los escritores de la generación del 98 experimentaron con todos los géneros y contribuyeron a la renovación de la novela en diversos aspectos:*En cuanto al tratamiento de los temas, vierten sus angustias y temores, su concepción de la vida y del arte.*En lo que se refiere a la renovación estética del lenguaje, algunos como Valle-Inclán siguen la iniciada por el modernismo: descripción impresionista de la realidad, concepción nostálgica del pasado o de mundos exóticos, idealización del paisaje...Todas reacciones contra el estilo realista (al que califican de vulgar). Con un lenguaje elaborado, intelectual, a veces de gran sensibilidad y precisión, y otras realzado por la ironía siempre provocadora.*En las técnicas narrativas experimentan con el punto de vista, superando la narración omnisciente al modo de Galdós.dentro del movimiento ideológico y estético que supone el modernismo, algunos poetas, es el caso de Unamuno y Machado, acogen en sus versos el espíritu del 98, es decir, una literatura más sobria en el estilo y más comprometida con la realidad española. Esto se muestra tanto en su escritura que es más reflexiva, sentenciosa y analítica como en su temática, centrada en torno a la visión de España (en la que den salida a los problemas nacionales) o entorno a sus preocupaciones existenciales que se expresan en una imagen “dolorida” de Castilla. La imagen de España que ofrecen los poetas de la generación del 98 es un cuadro amargo y pesimista que pretende remover la conciencia nacional. Esta visión crítica se expresa mediante 3 vías:*la proyección de su sensibilidad sobre el paisaje de Castilla (Machado)*el descubrimiento de la historia intima del pueblo y de las tradiciones (intrahistoria) (Unamuno)*La valoración del pasado literario, sobretodo medieval (Machado). La renovación de la historia lleva a estos poetas al redescubrimiento de autores y obras literarias del pasado. Rescatan entre otros a Gonzalo de Berceo, al Arcipreste de Hita, la Celestina, el Góngora de la poesía popular, Larra y el Quijote, al que elevan a su condición de cumbre de nuestra literatura.Los poetas del 98 nos transmiten también sus preocupaciones metafísicas, es decir, las inquietudes que transcienden la realidad sensible: Dios, la muerte, la vida humana...ante sus interrogantes sobre la existencia adoptan varias posturas:*Participan de la idea barroca de la vida como sueño. Muestran una concepción del mundo basada en el desengaño y en el escepticismo. *Contemplan la realidad con tristeza o con nostalgia y recurren a los recuerdos para recuperar el tiempo transcurrido. *Hurgan en su mundo intimo, en su propio yo, y manifiestan su soledad más como estado anímico que como situación real.
Antonio Machado
Es el principal poeta de la generación del 98. nacido en Sevilla en 1975, vivió en tierras castellanas desde los 8 años. Tras una intensa labor literaria tiene que abandonar España al acabar la guerra civil y llega a Francia donde muere en 1939. su creación poética está marcada por distintos acontecimientos vitales que se reflejan en ella:*Tras un viaje a Paris donde conoce a Rubén Darío, publica “soledades” (1903), que reelabora más tarde en “soledades, galerías y otros poemas” (1907). Es una obra con algunos rasgos modernistas que adelantan ya los temas y formas poéticas que le caracterizan.*Su traslado a Soria como profesor es trascendental para su vida: allí conoce a su futura esposa, Leonor Izquierdo, allí moriría 3 años después con 18 años y allí profundiza él en el alma de Castilla. Es la época de “Campos de Castilla” (1912), su obra principal.*Posteriormente en “nuevas sensaciones” (1926), ofrece sus reflexiones a modo de proverbios, asi como poemas intimistas sobre el recuerdo de Leonor y un nuevo amor, Guiomar. Más tarde, rememora el paisaje castellano y comienza a cultivar, de acuerdo con su preocupación por España, la poesía social.La poesía de Machado se asienta en dos supuestos básicos, la esencialidad y la temporalidad. Desde ellos aborda una doble tarea: captar la esencia de las cosas (el misterio del mundo y del hombre) y expresar el paso del tiempo o el fluir de la vida. Por eso, los temas fundamentales que se repiten en toda su obra poética son el destino casual, el amor, el paisaje, la búsqueda de sí mismo en el tiempo, en el amor, en la muerte, en el sueño o en un Dios impreciso.
Podemos definir la generación del 98 de una manera amplia, como un conjunto de escritores, pensadores, científicos, artistas etc., que se sienten profundamente afectados por la crisis de valores de fines del XIX; y, que creen que la guerra de 1898, y la pérdida de los últimos restos de lo que había sido el imperio español, es un momento adecuado para la regeneración moral, social y cultural del país. En este sentido forman parte de la generación del 98 médicos como Santiago Ramón y Cajal, historiadores como Ramón Menéndez Pidal, pintores como José Gutiérrez Solana o escritores como Miguel de Unamuno
A los escritores de la generación del 98 les interesa la renovación formal del arte que proponen los modernistas , pero se diferencian de ellos porque buscan un estilo sencillo y antiretórico, renuevan y enriquecen la lengua con neologismos, pero prefieren recuperar léxico tradicional castellano caído en desuso, a introducir las muchas palabras exóticas, sonoras, cosmopolitas, que encontramos en cualquier texto modernista.
Si el modernismo encuentra en la poesía su género literario más representativo, el grupo del 98 cultivará la prosa, la novela y sobre todo el con ensayo, como género adecuado para dar rienda suelta a sus inquietudes. Dos son los temas que preocupan fundamentalmente a esta generación: el tema de España y el sentido de la vida humana.
La reflexión sobre qué es España, las razones de su ininterrumpida decadencia desde el siglo XVII, son temas de amplia tradición en la literatura española, desde los escritores barrocos como Baltasar Gracian o Saavedra Fajardo, a los ilustrados como Cadalso o Jovellanos, o los románticos como Larra.
Unamuno forma parte del grupo de intelectuales que pretenden sacar a España de su progresivo hundimiento sin recurrir a soluciones políticas. En un primer momento, que puede representar su ensayo En torno al casticismo, cree que el falso patriotismo, el militarismo, los malos políticos y la incuria de los intelectuales ha propiciado la decadencia de España, que puede encontrar solución abriéndose a Europa y conservando lo mejor de la raíz española, que perdura en el común de los hombres que con su quehacer diario v a marcando el paso de la historia, lo que él llamaba la intrahistoria.
Más tarde Unamuno rechazó esa apertura a Europa y en otro ensayo Vida de Don Quijote y Sancho, ensalza al hidalgo manchego como paradigma de los valores morales y espirituales españoles frente al racionalismo europeo.
Azorín en sus primeros escritos también hacen una aguda crítica de la España contemporánea. Azorín el personaje que protagoniza sus novelas, Antonio Azorín o La voluntad, se angustia por encontrar un sentido a la vida y por la miseria moral y social que percibe a su alrededor. Está convencido de que el anarquismo sería la forma más rápida de alcanzar la justicia social. Azorín mitiga bastante su ideario a partir de Las confesiones de un pequeño filósofo, cuando cree que sólo la educación y la cultura harían posibles las reformas que España necesitaba. Pío Baroja vierte su preocupación por España en sus novelas, en especial en La busca, la primera de la trilogía La lucha por la vida. Presenta una imagen terrible de la realidad social de su tiempo, de los que luchan por la vida desde el arroyo, denunciando la corrupción, la injusticia y el egoísmo de la sociedad española. Al preguntarse por el sentido de la vida y no encontrar respuestas estos escritores viven una profunda crisis vital y existencial. Todos ellos han superado la religiosidad tradicional, han sido profundamente influidos por los primeros filósofos existencialistas y se han separado de la ortodoxia católica. Unamuno se siente desgarrado entre la imposibilidad de reconciliar fe y razón, el deseo de creer en la inmortalidad y la idea desgarradora de que tras la muerte no hay nada. Ante la imposibilidad de usar la razón para obtener respuestas satisfactorias recurre al irracionalismo, la razón es enemiga de la vida terminará diciendo. Estos temas se exponen en sus ensayos Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del cristianismo; en sus novelas San Manuel Bueno Mártir, Niebla; o en alguna obra teatral como El pasado que vuelve.
La respuesta barojiana al sentido de la vida es negárselo, la vida carece de sentido, el fuerte triunfa siempre sobre el débil, que debe luchar siempre, aunque sepa que la lucha está condenada al fracaso, en este sentido es El árbol de la ciencia la novela de Baroja más inmersa en la corriente existencial.
Otro aspecto claramente noventaiochista son la admiración por Castilla y su austero paisaje, al que contemplan de forma subjetiva y más que reflejar de manera realista tierras y gentes, proyectan en él su propio espíritu, Castilla de Azorín o Viajes por tierras de Portugal y España de Unamuno, son libros que responden a esta tendenciaAdemás de Unamuno, Azorín y Baroja, suelen incluirse en esta generación literaria a Valle-Inclán y a Antonio Machado. El esteticismo de Valle en las Sonatas le acerca a los presupuestos del modernismo; la dureza y el sarcasmo de sus esperpentos o de las novelas del Ruedo Ibérico van mucho más lejos, en su crítica feroz a la situación social y política de su época que la mayoría de los postulados reformistas de la generación del 98. El interés por el paisaje y los tipos castellanos, la crítica social de algunos poemas de Campos de Castilla de Machado le acercan a este grupo, aunque se diferencia de ellos por el intimismo simbolista de Soledades, galerías de otros poemas, el popularismo de Nuevas canciones o por los poemas militantes que Machado escribió en plena guerra civil, cuando las circunstancias mostraron. que las ideas del 98 habían quedado ampliamente superadas por los acontecimientos que desencadenaron la guerra civil del 36.

No hay comentarios:

Publicar un comentario